Dirty Little Secret - Roderick

Empecé el día con lo básico; levantarme a las ocho de la mañana, vestirme y salir a correr una hora, no podía prolongar más el tiempo porque despues tendría que ir a hacer unas cosas del trabajo. Regrese a mi departamento una hora despues, sudado, agitado y algo cansado. Al entrar lo primero que hice fue darme una ducha, me tarde mas o menos media hora en salir de la habitación para despues ir a la cocina y hacerme mi desayuno, al ver la hora no podría quedarme mucho tiempo, tenia que apresurarme, no podría ni ver nada en la televisión. Desayune lo más rápido posible para irme a mi cita de trabajo en Beverly Hills, era una simple firma de autografos, si yo se que sonaba ridículo porque soy un actor pornográfico, me costaba creer que tenia fans pero así era, no por nada habían hecho un molde de mi miembro para fabricar dildos, lo cual me parecía una locura pero me dio mucha risa. Llegue a una sex shop que se llamaba Candy Hole, al llegar me lleve la sorpresa de que había gente formada y solo podía reírme con sorpresa. Pase varias horas ahí, firmando fotos mías con tremenda erección, chicos queriendo tomarse fotos conmigo, señores queriendo contratarme para eventos privados a los cuales me negué porque ya no me hacia falta el dinero. Eran las tres de la tarde y lo primero que hice fue ir a comer algo por ahí cerca, me metí a una tienda de subway y unos minutos despues salí de ahí, limpiandome aun la boca por la salsa de las albóndigas. Iba caminando por las calles comerciales cuando de pronto vi en la esquina a un joven rubio que se me hace súper conocido, me fui acercando y mientras lo veía por detrás, más me convencía, hasta que pude verlo de perfil y efectivamente, se trataba de alguien a quien yo conozco, mi vecino Roderick - Hey dude ¿Qué haces aquí? - puse mi mano sobre su hombro, me daba gusto verlo, ahora podría regresar a casa con él, si es que también iba para allá o... - Que bueno verte, yo vine por cosas de trabajo, si no tienes nada que hacer podríamos ir a beber un café - justamente había una cafetería del otro lado de la calle y no era un starbucks.

Lo note algo irónico pero no le di mucha importancia, ya había aceptado ir a beber algo al café que estaba ahí frente a nosotros así que esperamos a la luz roja para poder cruzar la calle y entrar a la cafetería, note sus bolsas cuando me dijo que había venido de compras por esos lados - Oh ¿Compraste algo bueno? Si me dices que hay rebajas iré corriendo a comprarme algo, buena falta me hace, al menos unos pantalones y zapatos nuevos - en este momento me iba muy bien y podía comprarme lo que quisiera pero no por eso lo gastaba en ropa cara, esperaba a las rebajas, soy bastante cuidadoso con el dinero. Lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde sentarnos y que Rod pudiera colocar sus bolsas para que se relaje un rato - ¿Que quieres beber? Yo pediré un frappe, con este calor no se me antoja nada caliente - no exactamente pero no lo diría - Y tal vez me pida algún postre, si quieres algo pídelo, yo invito - le dije con una sonrisa de lado a lado y en eso llego el mesero con media sonrisa, se notaba que no le había ido muy bien en el día y solo sonreía por propina. - Yo voy a querer un frappe grande con caramelo y un panque de banana y chocolate - hacia mucho que no me daba esos antojos, mantenía una dieta rigurosa para que mi físico no cambiara, despues de todo vivía de mi cuerpo. Mire a Roderick quien ordenaba lo que él bebería, despues el mesero se fue para traernos nuestras cosas - Y bueno, cuéntame que ha pasado contigo, hace ya un buen rato que no te veo, ni de casualidad en el edificio, ¿No me estaras evitando verdad? - pregunte con una gran sonrisa, me hacia gracia solo un poco.

Una vez que escuche noche de brujas sonreí de inmediato, era de mis fiestas favoritas, especialmente porque desde niño lo celebraba de una manera especial, una que aquí no puedo hacer del todo aunque admito que también me gustan las tradiciones americanas. - Me encantara ver que tal decoras, aunque si quieres puedo ir y ayudarte, noche de brujas es una de mis fiestas favoritas, mi madre me enseño mucho las tradiciones de mi país y creo que de todas esa y navidad son mis favoritas - sonreí casi ilusionado, es que esas eran las épocas que más feliz estaba, mi madre siempre me daba lo mejor, amor y su apoyo incondicional, la extrañaba demasiado. Al escuchar su orden sonreí, casi me iba a reír, no era realmente una burla pero me hacia gracia que yo era tan simple para pedir las cosas y él pedía especificamente su orden, sabia bien que es lo que quería y como lo quería. Negué con la cabeza al escuchar ese gesto tan amable de él - No hay problema, ahora se que si un día necesito una taza de azúcar o cualquier otra cosa, no podrías negarte - le sonreí gracioso y le guiñe el ojo.

Una vez que nos llevaron nuestros pedidos, note la cara que puso Roderick al comer su pastel y me provoco algo de gracia - Apuesto a que de niño fuiste gordito - claro que lo decía de broma, si lo fue pues ahora no lo es, yo cuando tenia ocho si estaba gordito pero todo cambia con los años. - Yo me pongo así pero con otras cosas - y no dije más porque me gustaba darle de que pensar, no se, tal vez estoy loco, pero me gustaba ser así. Yo me dispuse a darle un sorbo a mi frappe para empezar y pellizcar el panque de banana con chocolate, no pensé que él fuera a decirme eso, la verdad es que me descoloco y pensé que era mentira, pero cuando me dijo eso, me lo creí un poco, yo intente tomarlo de la mejor manera posible, fuera verdad o mentira.

- Lo siento, tratare de mantenerlo más bajo - me sentí apenado con él por haberle hecho ruido. Invitarlo no se, él no sabe a que me dedico y nunca pensé en hacerlo, creo que eso me causaba algo de conflicto y no se porque, si lo invito a esas fiestas tendría que contarle a que me dedico y correr el riesgo de que me juzgue, no estaba listo para eso. - Me encantaría invitarte a las fiestas, cuando quieras ven, solo entra - le sonreí, no le explicaría en este momento. - Pero debo confesarte, mis amigos son del trabajo y son algo... intensos en las fiestas - y por intensos me refería a que hacíamos fiestas sexuales, no se porque mantenía haciéndolo, tal vez me gustaban mis compañeros y yo aun no lo sabia, tal vez quería que me atraparan en el acto los policías o mis vecinos. Mire a Roderick pensando en que él podría atraparme en el acto si es que venia al departamento la próxima, tal vez debería hacer una fiesta normal.