Stunning surprise // Priv. Clive Cabenagh

Mis rutinas estaban siendo por lo regular las de siempre: por las mañanas asistir a clases siendo estas un tanto aburridas al no ser una carrera que me llamara tanto la atención, mientras que por las tardes entre las seis de la tarde y las siete asistía al gimnasio, de unos años atrás había tomado esa rutina para mantener un cuerpo saludable pero sobre todo un cuerpo envidiable, tenía el conocimiento que no era un chico feo, últimamente mi cuerpo se estaba tornando demasiado bien ayudándome a conseguir un par de citas en algunas apps para chicos homosexuales, ya que era más de mantenerme encerrado en mi departamento que salir algún antro gay con tanto ruido a cazar, pero como en todo ser humano siempre había una excepción, si en esta ciudad podía ser yo sin tener que ocultarme por las imágenes que debías mantener por tu status social, una tontería de mis padres.

Me encontraba registrado en uno de los gimnasios más glamurosos de toda la ciudad, aún seguía siendo muy tonto al tratar de fingir que era un chico con escasos recursos cuando las mensualidades para seguir asistiendo al gimnasio eran un tanto elevados. El lugar disponía varios pisos como a la vez de salas diferentes como la de los lockers donde metías tu maleta con todas tus pertenencias, pegadas a estas se encontraban las regaderas y a la vez los vestidores.

Me dirigí directamente a los vestidores para cambiarme la ropa casual por algo más deportiva como lo era un chándal negro con amarillo y una camiseta de tirantes amarilla, después de eso me dispuse hacer mi rutina del día que era cardio. Llevaba aproximadamente una hora de estar en el gimnasio cuando un cuerpo como a la vez un rostro me llamo la atención, no por lo apuesto del hombre, sino porque al parecer le había visto en algún lado, trate de hacer memoria mientras aún me encontraba con mis últimos minutos de ejercicio.

Termine por hacer lo del día para irme a los vestidores me daría una ducha rápida pero antes debía buscar algo en mi celular, saco del bolsillo izquierdo de su pants su Iphone 6S y como contaba con datos se puso a buscar en su historial alguna cosa que pudiera relacionar con aquel hombre hasta llegar a un video porno el cual me dispuse a verlo hasta llegar a la escena donde el hombre del gimnasio apareció – interesante – pronuncie a mí mismo no esperaba que el hombre que tantas veces había visto y que en ocasiones me le quedaba viendo lo conocía por medio del internet, o sea por medio de la página oficial de la empresa a la cual pertenecía, seguí indagando más sobre el hombre y sus videos, me encontraba solo en los vestidores en una de las bancas a la par que mi dedo subía o bajaba para observar algunos títulos de cada película pornográfica en donde él hombre mayor aparecía.

Era un chico pervertido, si bien no tenía una vida sexual muy activa el porno era una buena consolación para todos los jóvenes, adolescentes y ¿Por qué no? Adultos de calmar algunas de sus necesidades como lo era el follar, es cierto que no podíamos comparar el acto carnal con unas simples caricias propias pero bueno a falta de hombres que buscaran sexo no solamente en los antros pues uno tenía que auto complacerse viendo a unos chicos follar. Pronto percibí la llegada de alguien a los vestidores para mi asombro era el hombre del video, rápidamente le di en detener sería muy “arriesgado” que me pillara viendo porno, más cuando el actor principal era el hombre de los pantalones cortos, quien diría que en ese cuerpo guardaba grandes “secretos” que bien podíamos consentir.

Quite enseguida la página oficial para después fingir que buscaba algo más en mi celular pero no era así, me encontraba bobeando, mirando el cuerpo del actor que si bien no era tan tosco como el de muchos, este se defendía muy bien – claro, ahorita se lo doy – me levante de mi asiento para dirigirme al locker donde deje mis pertenencias, saque una toalla grande en conjunto con un shampoo masculino – tenga espero le sirva, justamente igual iba a tomar un baño pero adelante ocúpelo – me encontraba tranquilo observando al actor que tenía en frente seguramente muchos adolescentes, más que nada ellos ya que estaba casi comprobado que la mayoría de chicos entre 12 a 15 años eran los mayores consumidores del porno aunque no siempre pagaran por verlo, sabía que si estuvieran en mi lugar se volverían locos, no siempre se encontraba a un actor porno en los vestuarios/duchas un lugar un tanto incomodo o quizás demasiado bueno, un inicio espectacular para alguna nueva film.

-Yo a usted lo conozco – quería hacerle platica antes que este se metiera a bañar es cierto había regaderas compartidas como también separadas, no tenía conocimiento de que tanto tiempo disponía mi acompañante en ese momento pero sería bueno que utilizara estos minutos para preguntarle cosas de su trabajo, mitos que había en ellos y otras cosas más, curiosidades que en mi eran un tanto normal – lo he visto en un par de videos porno – me mordí el labio inferior, le había tirado en vía publica su profesión quien sabe que tanto estuviera acostumbrado a ese tipo de acciones de la gente solo esperaba que este no se molestara.

Perfecto, estaba cruzando un par de palabras con el hombre mayor seguramente todo iría bien si seguíamos con un determinado ritmo de platica cómoda pero al momento de querer decir algo me mantuve en silencio ante las palabras dichas del pelirrojo, ¡maravilloso! Conseguí que el hombre tuviera cierto interés en seguir la conversación pero antes se tenía que duchar, a mí no me importa en absoluto que este siguiera en ese estado, de hecho podría asegurar que su olor no era nada fuerte llegaba a ser un tanto agradable, si pudiera estar más cerca podría haber sentido mejor el olor natural de Clive.

Qué ironía, el hombre hablando de chicos menores cuando yo aún no llegaba a los veintes pero bueno eso no importaba a la hora de querer tener una plática, ni mucho menos a la hora de follar, solo se necesitaba tener química para proseguir con lo planeado – está bien, mientras te bañas pensare en algún lado cerca – había muchos lugares donde podríamos ir de hecho estaba pensando en un hotel de lujo que se encontraba a una cuadra atrás del gimnasio, en él había un restaurante abierto al público abierto, o sea no importaba que no fuese un hospedado.

Perdí por un momento el cuerpo del pelirrojo, ya que estaba concentrado en el lugar “privado” pero una vez teniendo uno en mente me levante del asiento donde estaba, me despoje de las prendas que traía para quedar completamente desnudo para luego tomar mi toalla junto con un jabón para el cuerpo, acto seguido camine hasta las duchas compartidas ahí se encontraba Clive tomaría con él una cálida y a la vez refrescante ducha, no me importaba que alguien me viera como viene al mundo, no tenia de que avergonzarme tenía un buen físico así que podría meterme a bañar con el gran hombre de a lado – espero y no le moleste que me meta – comente con una sonrisa picarona, lo primero que hice fue observar de reojo el cuerpo desnudo del mayor, desde sus pies blancos hasta subir al rostro mojado, observando a detalle como las gotas de agua bajaban desde su cabellera roja llegando a la nariz y de ahí a veces se caían al piso – no quería molestarlo después con el shampoo – me puse enfrente de mi regadera la cual abrí a la mitad dejando que el agua caliente saliera rápidamente mojando todo mi cuerpo en un par de segundos.

Deje por un momento que el agua tibia empapara todo mi cuerpo, me encantaba sentirme húmedo - ¿Cuánto tiempo lleva viniendo al gimnasio? – hice una pregunta al aire, sencilla sin tener que hacer referencia al trabajo del acompañante la plática podía seguir, bueno si el mayor quería no sé si necesitaba su espacio, tome un tanto de shampoo para después llevármelo a la cabellera a la par que empezaba a revolverlo todo en mí, dejando salir la espuma blanca y adentrarse de nuevo a las miles de gotas que emanaban de la regadera.

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En efecto el agua era una de las terapias menos costosa y que la mayoría de la población de este país disponíamos, un buen baño te quitaba el estrés que uno mismo se cargaba, era un relajante a la hora de querer detener dolores de cabeza hasta con la migraña que nunca había tenido, pero tenía entendido que ayudaba mucho. Normalmente me tomaba tiempo a la hora de bañarme de media hora a una hora, pero esta vez no podía tardarme mucho, tendría que ser rápido, porque mi vecino estaba casi terminándose de enjabonar, que rápido era pero no importaba si me daba más tiempo de mirar su herramienta que tanto usaba a la hora del trabajo.

Tome el jabón especial para mi cuerpo ya que no podía utilizar cualquiera por ciertas irritaciones que le hacía a mi cuerpo, humedecí el jabón, acto seguido pasarlo por todo el cuerpo, tallado cada centímetro de mi cuerpo con este, me agradaba su olor fresco pero a la vez como dejaba mi piel tan suave, a veces el ser tan consentido por mis padres había ocasionado que fuera especial con mis pertenencias, debía comprar lo que necesitaba y como yo mismo deseará, no utilizaría algo que no me gustara ni mucho menos que ocasionara reacciones extrañas, mientras seguía enjabonando escuchaba atentamente al hombre mayor, interesante historia tenía que contarme realmente no sabía muy bien del video que me platicaba pero seguramente le sacaría esa información cuando estuviéramos a solas – quiero toda una reseña de esa aventura y si tiene el video me encantara verlo – pronuncie firme, levante mis brazos para enjabonar las axilas, era demasiado cuidadoso a la hora de ducharme, no podía faltar ninguna parte de mi cuerpo sin ser limpiadas.

Me mordí el labio al ver como se movía su acompañante a la hora de bañarse, nunca antes había compartido una ducha pero tampoco le intimidaban hacerlo – para empezar tengo 19 años – se rio era demasiado joven si lo poníamos en comparación de Clive pero eso no importaba, no sería un factor importante para que estos no se pudieran llevar bien o tener alguna platica interesante – no vengo tan seguido de hecho tengo aproximadamente como un año de haberme suscrito al gimnasio – de igual forma alzo una pierna para tallarla y después con la otra hago lo mismo, el jabón ocasionaba cierta espuma en los lugares que le pasasen pero el mismo chorro de agua las quitaba. Pronto empecé a enjabonar mis partes íntimas solo que me tardaba más en limpiar, sin importar que el otro le viera como se restregaba el jabón en todas sus partes.

-A usted ya lo había visto antes por estos rumbos, es un hombre atractivo – comente mientras terminaba de enjabonar pero en ese momento se resbala mi jabón a lo cual me quedo quieto se encontraba en los pies del otro, ambos nos miramos él se quedó sin movimiento así que sin decir nada simplemente me agache a recogerlo pero todo eso sucedió en cámara lenta, aproveche el momento para observar de reojo la pelvis masculina de Clive, su sexo como ambos compañeros que le adornaban sus piernas blancas, cuando me levante con la punta de mi nariz roce su falo, sin que fuera tan notorio que lo hice con intención - solamente que no me había animado de hablarle – ladee una sonría para después darme media vuelta a mi rostro había tenido una de las mejores imágenes, no todos los días tenias esas imagenes en tu cara.

Los cuerpos masculinos siempre me habían parecido demasiado atractivos pero más cuando el hombre era mayor, le daban un morbo que no sabía cómo explicarlo y si le agregabas que seguramente tendrían experiencia a la hora del sexo ¡ufff! Sería una experiencia inolvidable, eso pasaba en mi mente mientras el pelirrojo me aprensaba la muñeca con su mano y a la vez jugaba con mi pezón – seguro que tengo un lugar pensado, espero y le agrade lo íntimo… porque lo va a ser – no sé qué pretendía el mayor con ese roce, con esas palabras un tanto provocadoras pero sea lo que fuera me agradaría a arriesgarme para averiguar, lo que pasara en el hotel seria quizás una aventurilla para ambos, algo que a lo mejor no vuelva a ocurrir, así que no le dejaría escapar.

Observe a detalle cómo se iba despejando el área de las duchas compartidas, mi único acompañante se alejaba dejándome solo, no sabía que pensar de lo que seguía, me encontraba un tanto nervioso pero a la vez emocionado así que rápidamente termine de limpiar cada parte de mi cuerpo de nuevo, tenía que ir súper limpio por varias razones. Al terminar de bañarme tome la toalla para secarme lentamente, centímetro a centímetro para al final enrollármela en la cadera.

Salí del área de las duchas compartidas para caminar hasta la bancado donde había dejado mi maleta, se encontraba al frente el pelirrojo al cual le sonreí con una amplia sonrisa, observe que nadie estuviera lo suficientemente cerca de nosotros y cuando verifique que así fuera con una voz clara y firme pronuncie – en una escuadra atrás encontramos un hotel, tenía la opción de ir al restaurante para tomar algo… o podemos pagar por una habitación – alce mi ceja mientras seguía con la misma sonrisa en mi rostro, seria decisión del mayor a donde quería llevarme, yo simplemente aceptaría.

Tome el boxer para llevármelo a las piernas aun con la toalla a la cadera y subirlos, cuando los traía puestos me quito el paño para dejarlo sobre la banca, acto seguido tomo un pantalón vaquero que estaba guardado entre mi maleta para después de ponérmelo colocarme una playera – entonces, ¿ya sabe que es lo que quiere? – termine por ponerme las yayas en los pies para al final guardar todas mis cosas en mi maleta deportiva y acercarme lo suficientemente al pelirrojo, lo retaba con la mirada, aún existía unos centímetros de distancia lo suficiente para no intimidar al mayor.

¿Si me encontraba feliz? Si, si lo estaba, no solamente porque me había encontrado una celebridad porno, sino porque al parecer tenía una clase de cita con él, era un hombre demasiado maduro que lograba mantener mi atención en varias ocasiones, sin duda disfrutaría de mi tiempo al estar con él, no me importaba tomarme el resto del día para pasar un agradable momento.

Tan pronto lo vi irse, tome mi maleta para caminar hacia a fuera del edificio, me gustaba hacer esperar a la gente, pero esta vez el que se encontraba impaciente por ver a donde llegábamos era yo, así que me dispuse a caminar hasta el hotel que estaba a una cuadra atrás, no tarde ni si quiera 15 minutos cuando pase a la recepción y me avisaron de la habitación alquilada, donde también me dijeron que la persona a la cual buscaba se encontraba en el restaurante.

Camine hasta el restaurante de tal construcción, ya había estado ahí antes, en ocasiones venia a tomar mi desayuno aquí. Tan pronto me encontré en la entrada visualice las mesas, tendría que buscar a mi acompañante el cual se levanto de su asiento para poder detectarlo, amplié mi sonrisa y me dispuse a caminar hasta la mesa – buenas tardes, señor Clive – tenía el gusto de volver a verlo, no había pasado mucho de que nos bañamos juntos, tome asiento para después mirarlo de frente – ¿le gusta el lugar que escogí? – Alce una ceja – me han dicho que ha reservado una habitación – apoye mi espalda en el respaldo de la silla a la par que interrumpía el mesero con las cartas, no tenía hambre o por lo menos no de este tipo de alimento así que solo pedí una limonada, una vez que el mesero se fue atraer lo encargado me acerque lo suficiente para que con una voz clara y nada fuerte me entendiera -¿me explicara como se prepara para hacer las escenas? Como también estoy interesado en su primer video, el que lo lanzó al mundo del porno – quería saber todo lo referente a ese mundo, no es como si quisiera dedicarme a tal profesión pero quizás no negaba hacer algún video… me sonaba un tanto morboso verme tener ciertas prácticas con otros hombres y después verlas en mi celular o por medio de la laptop.
 

Había sido una excelente idea el haber escogido el “restaurante” del hotel como un lugar privado para platicar, ya no solamente estaríamos charlando por momentos en el comedor, sino pasaríamos a una habitación, seguramente que ahí si encontrábamos la privacidad que quizás ambos queríamos, cuando se acercó el mesero deje que el mayor pidiera primero, yo pensaría que tomar, no era un hombre de muchas bebidas alcohólicas por eso simplemente pedí una conga, si contenía alcohol pero no tanto, así que una vez se fue el mesero mi atención se concentró en las palabras mencionadas por el mayor.

Era emocionante como los preparaba pero a la vez como se tomaban las cosas a la hora de hacer el video, sin duda un buen trabajo a la vista para cualquier adolecente lujurioso, le pagaban por follar, eso era el sueño de todo puberto, no mío, si me grabaría teniendo sexo pero nunca dejaría que lo difundieran, no tenía mal cuerpo pero no me gustaría estar a la mira de todas las personas, más cuando si mis padres se enteraran me matarían por haber realizado tal acto.  

En cuanto llego el mesero con las bebidas le di un sorbo a la pajita para probar tal bebida, estaba perfecta la combinación de los sabores, ladee una sonrisa mientras me acomodaba un poco el cabello para lucir mejor – bueno entonces cuando estemos en el cuarto buscare el video… digo quiero ver que tan bueno fue para que lo contrataran – tenia curiosidad de ese video casero no me importaba si lo hizo con una chica, no era la primera vez que miraba porno heterosexual de hecho a veces veía claro con menos frecuencia, me gustaba ver los hombres rudos que salían en esas películas, ignoraba el cuerpo femenino.

-Básicamente soy un alumno universitario – se acercó a la mesa para estar más cercano a esta y claro para mirar a detalle a Clive – estoy estudiando la carrera de economía – por obligación más que por gusto pero bueno si estudiaba eso tenía un trabajo asegurado – no soy americano, vengo de Australia – orgulloso de su patria – y vivo solo, bueno tengo un roomie pero ha estado ausente ya que debe ayudar a su familia… ya sabes tienen problemas familiares – que tantas tonterías le estaba contando, seguro no tenía interés en eso pero no sabía que debía decirle - ¿puedo preguntar algo? – alzo una ceja, la verdad era un chico muy curioso, la curiosidad me podría matar pero no me importaba - ¿Con que tipo de hombres te gusta follar? – ladee una sonrisa de nuevo a la par que volvía a sorber a mi bebida.