Chain of coincidences — Wade, pv.

Su coche estaba en reparación, así que desde hacía cuatro días estaba cogiendo el metro para desplazarse. Era mucho más rápido que el autobús, si bien era cierto que el ambiente no le agradaba demasiado. Sobre todo de noche, cuando estaba lleno de borrachos volviendo a casa o indigentes buscando donde dormir. Aquella tarde se encontraba volviendo de un cásting de su empresa; no era suyo, sino de un nuevo joven para su próximo vídeo. Le dijeron que, quisiera o no, tenía que estar presente en el cásting para ver los movimientos del chico y aprovecharse de ello en el vídeo que comenzarían a grabar en dos o tres semanas.

Había “aprendido” mucho, pero casi estaba tardando más en ir y volver que en verlo. Suspiró mientras entraba al vagón, razonablemente vacío, y se sentaba en uno de los bancos. Sacó su teléfono y tras ojear alguna noticia de interés, volvió a guardarlo. Al alzar la vista, sus ojos verdes se quedaron fijos en el chico que había en el banco de enfrente. Cuando los ojos de ambos se encontraron, el mayor frunció el ceño con ligereza.

Tuvo que hacer memoria para visualizarle tras una cámara de fotos. Por supuesto, era el fotógrafo de una de sus últimas sesiones. El chico era joven, pero había conseguido sacar lo mejor de Clive en las fotos que le hizo, algo que comprobó en Internet cuando las publicaron. —¿Me recuerda? —preguntó en voz alta, ignorando las personas que le miraron por si acaso les hablaba a ellos. Si no conociese a Wade, si no hubiesen compartido aquella tarde gracias a la sesión, no habría abierto la boca. Su patética capacidad para iniciar conversaciones habría hecho acto de presencia.

Ya lo tenía más que claro y eso que muy pocas en la vida las cosas o situaciones podían adquirir tal seguridad sin embargo esta era una de aquellas y no podía negarlo ni aunque me lo propusiese: jamás me acostumbraría a América, a pesar de haber vivido con mis abuelos durante años y conocer aquel territorio tan bien como a mi propia palma había algo en ella que no me entraba del todo, simplemente no podía tenerle tan presente como a mi natal Australia, tierra que había-y sigue-albergando a generaciones de mi familia y que para bien o para mal definió nuestro comportamiento y actitudes para el resto del mundo, bueno, en realidad era algo general, para cualquier ciudadano Australiano se le hacía difícil adaptarse a otra realidad que no fuese la suya, ya saben, el choque cultural no tenía piedad y podía darle más fuerte a algunos.

En mi particular caso estaba más acostumbrado a toda esta nueva realidad, sin embargo eso no quería decir que fuese del todo aceptada por mi cabeza, muchas veces me había sorprendido a mi mismo comparando ambas potencias y contrastando situaciones que no deberían tener la menor intención de hacerlo, sin embargo, allí estaba yo analizando y preguntándome el porqué de cosas que realmente debería dejar pasar con un "porque así es".

El caso es que mientras me limitase a lidiar con mi trabajo y todo lo que a este le rodease estaba bien, no necesitaba de nada ni mucho menos de nadie para ser feliz o estar contento con lo que había logrado,
y que a pesar de mi edad y jovialidad, ya me sentía casi realizado, después de todo, tenía fama, éxito y dinero, ¿Qué más podría querer cualquier persona que albergase dentro de él un poco de ambición?.
Mi cabeza solía jugarme malas pasadas y tener momentos para filosofear más de lo normal y peor aún en situaciones poco favorables, más ahora que realmente me encontraba sentado en el metro de camino a mi departamento resultaba que era un momento casi ideal para ello, vamos, con suerte tendría unos 40 minutos por delante sentado aquí antes de llegar y realmente no tenía nada para mantenerme entretenido, así que mis pensamientos tomaban el mando ante la inexistente resistencia que había.

Estaba perdido mientras miraba un punto inexistente más allá del gentío a mi alrededor hasta que una voz cortó el ambiente como un cuchillo sobre la mantequilla blanda, mis ojos por inercia rastrearon hacia la persona que había hablando sin la menor idea de a quién se dirigía, hasta que me di cuenta de que el sujeto-que ahora reconocía como tal-frente a mi me miraba de una forma un tanto curiosa por decirlo, cómo si me conociera..y si lo hacía, puesto que yo le recordaba bastante bien, jamás olvidaba un rostro, menos aún uno que había fotografiado-Cómo no, fue una buena y provechosa sesión-agregué asintiendo-¿Qué tal estás Clive?-le miré y sonreí suavemente, puesto que era la persona que menos esperaba encontrarme sin embargo no debería ser raro puesto que las coincidencias siempre existían y más aún en Los Ángeles.

Esbozó una pequeña sonrisa cuando le reconoció antes de asentir ligeramente con la cabeza. No fue directo a la portada de la revista para la que Wade trabajaba, pero tampoco lo necesitaba: el artículo que le hicieron estaba lleno de las fotos de esa sesión. —Todo bastante bien, vengo de trabajar —cuando el metro se detuvo en una estación, se puso en pie para sentarse junto a Wade, como si hubiese mucha más confianza que el simple trato de modelo–fotógrafo—. Bueno, en verdad hoy no he trabajado, he estado observando a otros trabajar. Ha habido un cásting y han requerido mi presencia. No entiendo por qué, pero tampoco me apetecía discutir.

Encogió ligeramente un hombro y ladeó el rostro para mirarle, mientras cruzaba los brazos sobre su pecho. El chico era bastante joven, o al menos lo aparentaba, pero su talento con la cámara era muy bueno. —¿Y usted? Su nombre... —desdobló un brazo y chasqueó varias veces los dedos, intentando hacer memoria; no lo consiguió. Se habían dicho los nombres para que las fotos se hiciesen en un ambiente más cómodo y familiar, pero no lo recordaba—. Nada, soy un desastre, no lo recuerdo.

Rió con diversión antes de volver a cruzar los brazos y fijar la vista en la nada, en el suelo del vagón. La voz anunció la siguiente parada; él se bajaría dentro de dos. No sabía si Wade iría a la misma parte de Los Ángeles que él, pero si al menor le apetecía, podrían ir a tomar algo. ¿Por qué no?
Clive necesitaba amistades; a pesar de que llevaba ya dos años con su nuevo trabajo, tras todo el escándalo y su retirada de las pantallas de cine normales, apenas tenía contacto con nadie: iba al trabajabo, grababa, volvía a casa y, cuando tenía ganas, salía para desahogarse como un hombre normal y no haciendo pausas para no eyacular antes de la cuenta o mejorar planos que habían salido peor. Ahora se había dado cuenta de que necesitaba algo más que eso, gente con la que salir por ahí sin necesidad de acabar siempre acostándose con él.

Si me interrogasen acerca de todas las sesiones que había hecho durante mi -no corta pero tampoco longeva-vida seguramente sacaría una A puesto que tenía una muy buena memoria, siempre la había tenido y esa era una de las premisas de las cuáles mis padres se habían aferrado para que estudiase Medicina o Leyes ya que para ambas se necesitaba una gran materia gris y memoria, sin embargo nunca me habían llamado la atención, ni siquiera un poco y bueno, también esta la cosa de que me gustaba llevarles la contra y no ser el complaciente de la familia, para eso estaba mi hermana y dos iguales creo que sería mucho, ¿No?.

El caso es que tenía una memoria fotográfica-valga la redundancia-y jamás olvidaba un rostro, menos uno que había capturado con mi cámara ya que era un profesional en aquel arte, además de que solía divertirme y porqué no reconfortarme observar horas y horas las sesiones que tenía para ver los fallos o cómo mejorar, siempre algo presente en mi puesto que si me estancaba y pensaba que era el mejor nunca llegaría a serlo. Muy pocas veces me interesaba más de lo estrictamente necesario sin embargo cuando sucedía se debía a que me obsesionaba la forma del rostro y las facciones que una persona podía tener, no sé, podría parecerle algo insano a cualquiera pero ellos no veían lo que yo en las formas que podía tener un rostro y cómo estas
destacaban con cierta luz, colores o sombras pudiendo hacer magia si lo veías desde un lente como yo.

Observé al hombre que habló y que reconocí como una de mis víctimas-como solía llamarlas a veces por diversión-de mi cámara, particularmente Clive había sido una sorpresa puesto que primero que todo no estaba acostumbrado a hacer fotografías que no fuesen la portada de la revista y mucho menos a un actor porno, después de todo para la revista que trabajaba solía encausarse en el ámbito del Fitness Masculino..aunque Clive tampoco es que estuviese mal-físicamente hablando-como para no justificar su presencia. El caso es que habíamos tenido una sesión y que al principio nos había costado puesto que para él era algo nuevo y los nervios eran algo obvio. Mi técnica para aquellos casos era hablar e intentar fomentar un ambiente más íntimo y afable que permitiese a mis modelos relajarse y él no había sido la excepción. Le observé cuando se levantó y se sentó en el espacio vacío a mi lado, lejos me molestaría por lo cual me moví ligeramente para permitirle estar más cómodo ya que de cierta forma yo estaba acaparando más espacio del que necesitaba-Me alegro-agregué y luego ladee el rostro para hablar con él más cómodo-Supongo que a veces debemos hacer cosas que no queremos, gajes del oficio,¿No?-agregué sonriendo por lo bajo-A lo mejor querían tu opinión acerca del desempeño de los novatos, o quizás estabas para motivarlos con tu presencia-aventuré riendo estaba vez por lo bajo, no me parecía algo loco puesto que Clive era un sujeto atractivo y suponía que eso en el mundo de la Pornografía era bastante bien valorado.

-Yo estoy muy bien, como siempre-comenté encogiéndome de hombros, era un sujeto relajado generalmente y permitía que muy poco me afectase-Oh, vamos, eso me ofende..yo que recuerdo el tuyo-le miré alzando una ceja con aquella intensidad que caracterizaba a mis ojos, esperando que le viniese a la cabeza durante los segundos que se tomó más ante su negativa resoplé-Wade, así que más te vale que lo recuerdes porque no lo diré otra vez-solté a secas, no solía emplear mi apellido puesto que si alguien deseaba rastrearme daría con mi familia y su gran influencia, sin embargo sonreí levemente para restarle intensidad a mis palabras.

   

Su ceja derecha se alzó ligeramente al escuchar aquel comentario, y luego se quedó meditando durante unos segundos. ¿Sería cierto que le habían llevado para que el novato se animase con su vista, o de verdad querían su opinión? Tal vez ambas cosas, si se pensaba bien. Bueno, al menos no le tocó hacer la prueba con él. No es que no quisiera, simplemente que aquel día no se había levantado con ganas de acostarse con un novato frente a la directiva de la empresa, ni de poner nervioso al mismo novato, que intentaría satisfacerle como pudiese. No, desde luego que como espectador se vivía mucho mejor, pero eso no daba de comer, por desgracia.

Encogió los hombros a modo de disculpa cuando el otro pareció ofendido por haber olvidado su nombre, y cuando por fin lo dijo asintió con la cabeza y se dio una ligera palmada en un muslo. —Wade, es cierto. Perdóname, no volverá a pasar. Pero vamos, sé sincero, seguro que tú tampoco recordarías mi nombre si hubiese sido tu fotógrafo y no te volviese a ver nunca. Porque esto es una gran coincidencia. ¿Qué probabilidades tiene uno de encontrarse con su fotógrafo? ¿Una entre un millón? Bueno, parece que he sido el afortunado. —. Le sonrió ligeramente antes de mirar el reloj que decoraba su muñeca izquierda.

—Si no tienes nada que hacer, te propongo una cosa. Yo te pido perdón invitándote a tomar una cerveza, o lo que sea que bebes, ¿qué me dices? —era indudable que, si de ese encuentro salía algo bueno, Clive lo aprovecharía. No quería robarle tiempo al joven, pero tenía que intentarlo.

Curioso era encontrarse con uno de mis poco inusuales modelos, generalmente las sesiones eran de una vez y nada más, claro está a menos que se tratase de alguien realmente famoso y claro que la Revista tuviese sus motivos para ello lo cual derivaría en más de una sesión y quizás hasta una campaña, ¿Quién sabía?, a mi me importaba tan sólo las fotografías y su montaje, lo demás me era indiferente
si no tenía real incumbencia en mi trabajo.

Me había acomodado en el asiento de una forma que mi torso estaba ligeramente desviado hacia el lado donde Clive se encontraba para así mirarle directamente y poder hacer de la conversación más amena y claramente privada, ya que suponía que no sería de interés para los demás pasajeros lo que hablásemos-Eso espero, que nunca se sabe cuando podamos volver a toparnos-agregué mirándole por unos segundos-No estoy tan seguro, digo, si alguien me sacase fotografías y que se vieran tan increíbles no olvidaría su nombre, al contrario, me lo aprendería para luego jactarme de ello-le observé con una pequeña risa, estaba siendo ególatra pero no me importaba, tampoco es que mintiese y exagerase, era un fotógrafo reconocido y mi trabajo hablaba por sí solo.
-Como sea, a lo mejor la fortuna te sonríe ahora, y posiblemente a mi también, ¿Quién sabe?-agregué mientras me moví hacia la izquierda para esquivar a una señora que se bajaba y que de no haber realizado una maniobra esquiva hubiese recibido un buen golpe en el rostro con sus bolsas.

Le miré ante sus palabras puesto que no podía negar que me tomaba por sorpresa, primero que todo nos habíamos topado por suerte y cómo él decía eso tenía una probabilidad bastante reducida, sin embargo, y con ánimos de tentar a lo que fuese que permitió que nos encontrásemos le dediqué una mirada-Me parece una buena forma de compensarme, así que acepto-sonreí-Cerveza está bien por mi, o lo que sea, tú invitas después de todo-me encogí de hombros puesto que no era muy selectivo y realmente mientras fuese alcohol estaría todo bien.
   

Chasqueó la lengua con diversión y como si aceptase su derrota cuando dijo que él se habría acordado del nombre de un buen fotógrafo. Era cierto, llevaba razón. Había visto las fotos en la página web, en la revista física y en diversos blogs; en todos los sitios ponía su nombre, pero Clive no lo recordaba. Bueno, al menos ya lo sabía, como si el destino hubiese acordado ese encuentro entre ambos para que no se le olvidase. Y no lo olvidaría. —Bueno, la fortuna puede sonreírme si quiere, que no le voy a decir que no —comentó divertido, y soltó una carcajada sin poder evitarlo cuando esquivó de tal forma las bolsas—. Perdona, ha sido un buen movimiento.

Luego encogió los hombros. LLevaba razón, daba lo mismo que fuese cerveza u otra cosa. La conversación siguió con temas banales y poco interesantes; dos paradas después, Clive se levantó mientras el metro frenaba. —Venga, vamos, nos bajamos aquí. Si estás lejos de tu casa puedo llevarte o acompañarte luego, no te preocupes. —. Le sonrió de nuevo y cuando el metro se detuvo, abrió la puerta más cercana y salió al andén, junto a Wade.

Una vez en la calle observó el lugar. Lo conocía, pues era su parada habitual, y su casa no estaba lejos, pero estaba meditando sobre adónde ir. —Conozco una buena taberna donde además ponen de acompañamiento con las bebidas bastante comida. Bueno, mientras vamos, ¿por qué no me cuentas algo de ti? Dónde naciste, y todo eso. No creo que un chico de los bajos fondos, por ejemplo, acabe fotografiando a gente como yo.
No era por ser egocéntrico, pero como tampoco sabía a qué famosos había llegado a entrevistar Wade, se mencionó a sí mismo. Abrió la puerta de la taberna, dejándole pasar primero, y se frotó las manos dentro al ser recibido por el calor del bar.

Nunca estaba pendiente de mi alrededor por lo cual era obvio que tampoco me preocupaba por si me topaba con alguien que pudiese conocer, realmente no era alguien muy sociable o que estuviese pendiente de las personas que me rodeaban, al contrario prefería centrarme en mis propios asuntos y pensamientos y vivir mi vida como me parecía mejor, aunque eso tampoco quería decir que fuese un sujeto agrio.
-Más cuando te trae cosas tan buenas-agregué con una risa mirándole puesto que quizás pensaría que era un poco egocéntrico y no se equivocaría, pero aquello respondía a que me había esforzado por llegar a ser alguien y reconocerlo no estaba mal, al menos no siempre-Soy todo un ninja-aventuré con una mueca dual, un tanto divertida, un resto misterio.

Curioso era cómo podía cambiar mi semblante-aislado en un instante-hacia uno más amigable y parlachín más no podía evitarlo puesto que Clive ofrecía una buena conversación o al menos lo suficientemente interesante
como para tener mi atención e involucrarme en ella.  Le observé cuando me indicaba que debíamos de bajarnos, al menos faltaba una estación para llegar a mi destino pero como había aceptado beber algo con él no le di la importancia-Estoy algo lejos, pero descuida, luego me preocuparé por ello-añadí sin mucho interés puesto que como lo decía sería algo para tratar más tarde, por ahora no era necesario así que salí del tren junto a él para encauzarnos en el camino que el castaño marcaba.

-Alcohol y Comida, no podría ser mejor-una sonrisa se dibujó en mis labios puesto que eran dos de las cosas que más me gustaban y más si iban juntas, asentí como si estuviese confirmado que me parecía una buena idea ir hacia el lugar y luego una ceja alzé ante sus palabras-¿Es una entrevista, Sr. Clive?-le miré curioso, puesto que no era alguien que gustase de exponer sus secretos o detalles acerca de su vida, mientras tanto ya me había adentrado junto al sujeto en el bar e instintivamente lo guíe hacia una mesa un tanto apartada de las demás, manías mías de no estar rodeado de personas si no era estrictamente necesario-No hay mucho que decir de mi, a decir verdad y francamente es tan aburrido como yo mismo-le miré riendo puesto que me había sorprendido su pregunta pero quizás podría ser un poco más abierto con él, ¿Quién sabe?.

Siguió al otro, dejando que eligiese sitio para sentarse. El local no estaba muy lleno, aunque había un partido de beisbol en la televisión (por suerte, nada importante) y varios aficionados parecían haberse reunido para ir a verlo allí. Se sentó frente a Wade, arremangándose la camisa que llevaba y observando a ambos lados a la espera de un camarero. Miró fijamente al fotógrafo y tras unos segundos bufó por la nariz y negó con la cabeza. —Vamos, Wade... no eres aburrido, eso te lo aseguro. Bueno, no te conozco tanto como para asegurarlo, pero no me pareces aburrido. De hecho, si lo fueses, no habrías venido aquí conmigo.

Su pequeño discurso se vio interrumpido por el camarero; el pelirrojo se pidio una cerveza en jarra, bastante fría, y cuando Wade hizo su pedido el mesero les preguntó qué tomarían para comer como acompañamiento. Clive encogió los hombros y miró a Wade, haciendo un pequeño movimiento con la mano para que eligiese lo que quisiera o, si no, les trajese el camarero cualquier cosa. Cuando por fin se alejó, acercó su silla a la mesa y se acomodó, colocando ambos codos en ésta y entrecruzando ligeramente los brazos.

—¿Qué pasa, hay algún trapo sucio de tu pasado que no puedes o quieres contar? ¿Te dedicabas a traficar con drogas, o a matar a gente importante? —susurró, sobreactuando para que se viese que bromeaba. Tras unas cuantas carcajadas suspiró, encogiendo los hombros—. Está bien si no quieres hablarme de ti, pero tampoco quiero estar hablando yo toda la noche, ¿hm? Bueno, pregúntame lo que sea, vamos.
Tamborileó los dedos en la mesa durante unos segundos, impaciente. Su historia era conocida, muchas revistas de prensa rosa se habían dedicado a construirla durante meses, pero solía ser errónea. No se había metido al porno por vicio o por ganar más popularidad y que así la gente viese las películas en las que actuaba antaño. Odiaba tanto a la prensa que cada vez que recordaba lo que leyó en una de las revistas, se le hervía la sangre. Por suerte, se calmaba con rapidez.

Si me hubiese mantenido dentro del tren y hubiese esperado unos minutos más ya hubiese estado de camino hacia mi Departamento, seguramente me habría quitado los zapatos y los dejaría a la entrada como siempre mientras me desplomaba sobre el sofá mientras la televisión exponía algún programa al cual no le prestaría gran atención sin embargo mis ojos aún estarían sobre la pantalla, observando por inercia por así decirlo. Al contrario había decidido aceptar la invitación inesperada de Clive, quizás no debería puesto que no le conocía realmente y eso para mi esa suficiente para no acercame a las personas, vamos, no es que estuviese esperando encontrarme con un asesino serial o algo parecido más sin embargo no solía relacionarme con las personas..simplemente no lo necesitaba.

En contra de quizás algunos principios o quién sabe qué más, me encontraba en una taberna sentado en un buen lugar a mi juicio, alejado -dentro de lo que se podía- del bullicio de las demás personas mientras mi espalda estaba erguida como siempre solía estar-Precisamente porque no me conoces no lo sabes-le miré entretenido-Oye, vine porque me vas a compensar por olvidar mi nombre, no le veo lo divertido a eso..¿O acaso me engañaste y hay otro motivo?-agregué suspicaz y alzando una ceja.

El camarero apareció rompiendo aquel instante, sin embargo había hecho una pregunta y no me quedaría tranquilo hasta tener una respuesta, curiosidad podría decirse que tenía. Tenía ánimos de algo fuerte así que consideré que un Whisky sería una buena opción, era mucho menor en contraste al pedido de Clive pero bueno, cervezas tenía en mi nevera y el whisky no solía estar en mi minibar puesto que no me duraba lo suficiente-Quiero mi peso en patatas fritas-aventuré con una sonrisa que luego se volvió en un chasquido-Lo siento, sólo bromeo, pero sí quiero patatas fritas y no sé, algo para que el caballero se entretenga-concluí mirando a Clive y luego pasando al camarero con una mueca burlona en mis labios, tras irse este me balancee un poco hacia atrás mientras estiraba mi espalda y hacía sonar un par de huesos.

-Si te lo dijese tendría que matarte también-mi mirada se fijó intensa en él, por unos segundos no dije nada sin embargo luego me encogí de hombros-Sólo bromeo, no tengo nada que esconder-no era del todo cierto pero tampoco algo de lo cual avergonzarme sino al contrario, pero ambas opciones eran igual de malas para mi-Soy bueno escuchando, ya sabes, como Fotógrafo también tienes una parte de Psicólogo, ¿Lo sabías?-troné los dedos de mis manos mientras me apoyaba sobre la mesa y le observaba-Está bien, a ver..debería empezar por contestar tu primera pregunta..Nací en Australia-convine y alcé la vista hacia el televisor-Bueno, te toca a ti, hagamos de esto una especie de juego de preguntas-enarqué una ceja riendo-Si quieres, o no, también.-

Era cierto: no conocía a Wade. Sin embargo, si siempre hacía bromas de esa índole, le acabaría cayendo bien. Quién sabe, quizá aquel rato fuese memorable y acabasen dándose un método de contacto para volver a verse. Esbozó una ligera sonrisa con algo de picardía sin poder evitarlo cuando le dijo si había otro motivo. Carraspeó, aunque esperó a que el otro terminase de hablar para responder. No sería sincero, claro.

Con los brazos cruzados ya completamente sobre el borde de la mesa, le escuchó. La pequeña sonrisa no se borró de sus labios, y asintió con la cabeza. —Bueno, es un progreso, me has dicho que has nacido en una gran isla llena de canguros —intentó picarle, aunque hizo un movimiento con la mano para que no se lo tomase muy en serio—. Y sí, tengo otras intenciones con esto. Voy a emborracharte, voy a llevarte a mi casa y te voy a atar a una columna que hay en mi salón sin ropa para mi uso y disfrute —dijo, echándose hacia adelante para susurrárselo. Tardó unos cuantos segundos en estallar en carcajadas para darle más sensación de seguridad a la frase, como si realmente fuese cierto—. En fin, tranquilo, no lo haré. Yo nací en Irlanda... o eso decían mis padres. Supongo que por mi nombre y mi apellido no tengo que tener dudas, pero bueno.

Sonrió con diversión y se echó hacia atrás, a la posición de antes, cuando el camarero trajo los pedidos. Le dio un trago a su cerveza y observó las patatas fritas para Wade; para él, le trajeron unas mini pizzas que, si bien no parecían alimentar mucho, le ayudarían a saciar el hambre que comenzaba a sufrir. —Bien, te toca pregunta. Aprovecha, que también te taparé la boca cuando te ate a la columna —volvió a bromear, dándole un trago después a la cerveza.

Le miré para obtener una reacción de su parte ante mis palabras y sin esperarlo del todo no me decepcionó, vamos, estábamos pasándola bien y las risas parecían ser parte de la mesa como un acompañante más, además de que no estaba tan alejado con mis comparaciones-Debería estar decepcionado, no es tu mejor ángulo el que sale en la caja del cereal, yo hubiese hecho un mejor trabajo-agregué aún con la risa brotando de mis labios, instintivamente arquee la espalda y me senté más recto puesto que estaba cayendo sobre la mesa.

Bebí un sorbo del Whisky que estaba bastante bueno, suponía que debería ser uno de marca puesto que no tenía un sabor de mierda como otros que había tenido la mala suerte de probar, tras dejar el vaso sobre la mesa le observé en busca de un poco de historia, de cierta forma me sentía como un Periodista puesto que tenía algunas nociones de la historia de Clive pero eran la clase de datos que daban los Paparazzi y algunos Periódicos inescrupulosos por lo cual claramente la información no tenía una fuente fidedigna, sólo exageraciones para hacer del titular el más vendido, vamos, yo lo sabía muy bien dado que para bien o para mal era parte de aquel mundo.-Claro, nada importante, te comprendo-comenté riendo ante sus palabras pero guardé silencio para dejarle continuar.

-Me parece algo idiota que por eso nadie te quisiera contratar, vamos, que tener sexo no es un pecado y de hecho es parte del Cine..pero en fin, te entiendo, después de todo soy inherente a lo mordaz que puede ser el mundo del Espectáculo-me encogí de hombros, le comprendía bastante y de cierta forma encontraba que era una tontería aquello, desperdiciar talento por un error que no lo era del todo. -Me suena a que encontraste una salida, no, más bien comenzaste una nueva etapa en tu carrera-aventuré sonriéndole, suponía que no era lo que cualquiera hubiese querido para su vida pero por sus palabras y gestos me daba a entender que estaba bastante satisfecho.

Una de sus cejas se alzó de forma exagerada y cómica cuando le comparó con el duende irlandés, pero no tardo mucho en suavizar su semblante y echar a reír, contagiado por las carcajadas de Wade. —Me he dejado el sombrero en casa, pero me has pillado, soy ese duende —continuó la broma, con una sonrisa en los labios, antes de apoyar los codos en la mesa y la cara en una de sus manos, dejándole continuar hablando.

Tras un mordisco a su aperitivo le dio un sorbo más a la cerveza, y tras limpiarse la espuma de labio superior con la lengua se pasó el dorso de la mano por él, levemente. Suspiró sin poder evitarlo ante tal pregunta; Wade sería de los pocos que afortunadamente aún no sabían su historia. —No, empecé con Interpretación. Empecé actuando en películas, y bueno, gané algunos premios, ¿sabes? Menores, anda como los Oscar o los Globos de Oro —bufó divertido por la nariz antes de seguir—. El caso es que me iba bien. Una mañana, al despertarme, mi móvil estaba ardiendo con mensajes: se había filtrado un vídeo que grabé hacía unos años con una de mis ex-novias teniendo sexo. Como te puedes imaginar, nadie quiso seguir trabajando conmigo, hasta que me llegó una oferta que me agradó. Al principio lo hice por probar, por tener una experiencia más... luego acabé firmando un contrato —encogió los hombros y no siguió hablando hasta volver a beber de su cerveza—, aunque por suerte se ajustaron a mis gustos. Saben que no soy como un actor novato al que contratan un día sin más. En fin, en resumen, llevo unos tres años, casi cuatro, en el mundillo. También he grabado para otras empresas heterosexuales, pero lo que me da dinero es MenDesires.

Antes se sonrojaba o cambiaba de tema con rapidez al contar la historia. Ya no; estaba en Internet, apareció en revistas de prensa rosa... ya le daba igual contarla él mismo, que además era la verdad, no lo que los periodistas se inventaban. —Supongo que la empresa para la que trabajo me supo aprovechar; ninguna otra tiene un actor profesional trabajando en el porno —sonrió ligeramente antes de señalarle con la cabeza—. Me toca. ¿Cuándo y cómo te diste cuenta de que lo tuyo era la fotografía?

Le miré para obtener una reacción de su parte ante mis palabras y sin esperarlo del todo no me decepcionó, vamos, estábamos pasándola bien y las risas parecían ser parte de la mesa como un acompañante más, además de que no estaba tan alejado con mis comparaciones-Debería estar decepcionado, no es tu mejor ángulo el que sale en la caja del cereal, yo hubiese hecho un mejor trabajo-agregué aún con la risa brotando de mis labios, instintivamente arquee la espalda y me senté más recto puesto que estaba cayendo sobre la mesa.

Bebí un sorbo del Whisky que estaba bastante bueno, suponía que debería ser uno de marca puesto que no tenía un sabor de mierda como otros que había tenido la mala suerte de probar, tras dejar el vaso sobre la mesa le observé en busca de un poco de historia, de cierta forma me sentía como un Periodista puesto que tenía algunas nociones de la historia de Clive pero eran la clase de datos que daban los Paparazzi y algunos Periódicos inescrupulosos por lo cual claramente la información no tenía una fuente fidedigna, sólo exageraciones para hacer del titular el más vendido, vamos, yo lo sabía muy bien dado que para bien o para mal era parte de aquel mundo.-Claro, nada importante, te comprendo-comenté riendo ante sus palabras pero guardé silencio para dejarle continuar.

-Me parece algo idiota que por eso nadie te quisiera contratar, vamos, que tener sexo no es un pecado y de hecho es parte del Cine..pero en fin, te entiendo, después de todo soy inherente a lo mordaz que puede ser el mundo del Espectáculo-me encogí de hombros, le comprendía bastante y de cierta forma encontraba que era una tontería aquello, desperdiciar talento por un error que no lo era del todo. -Me suena a que encontraste una salida, no, más bien comenzaste una nueva etapa en tu carrera-aventuré sonriéndole, suponía que no era lo que cualquiera hubiese querido para su vida pero por sus palabras y gestos me daba a entender que estaba bastante satisfecho-Yo creo que eres uno entre un millón, sin ánimos de agrandar tu ego, pero me atrevo a decir que la empresa se sacó la lotería contigo, porque digamos que no es la única empresa de Porno que hay en el mercado, tiene bastante competencia.-

Le miré y no pude evitar reírme, era una pregunta que me hacían a menudo y ya casi parecía una respuesta ensayada cada vez que lo contaba-Bueno, realmente pasó alrededor de los 12-13 años, mi Abuelo era fotógrafo profesional, bastante reconocido aquí en Estados Unidos por cierto, y bueno, yo para aquel entonces me vine a vivir con él y mi Abuela acá y no tenía mucho que hacer más que asistir a la Escuela, un día fui al Ático y encontré una vieja cámara profesional y con toda la curiosidad que puedo albergar decidí sacarla y tomar fotografías, como algo al azar-agregué mirándole y llevándome un par de patatas a la boca-Las cosas luego se dieron como supongo que deberían haber sido, mi Abuelo me enseñó todo lo que sabía, luego me mandó a asistir y aprender de uno de sus amigos que es un Fotógrafo muy famoso del cual no diré el nombre y luego estudié en una Academia de Artes, lo usual, cómo puedes ver-comía nuevamente-A ver..me toca a mi, ¿Piensas hacer Porno hasta que te aburras o te saquen?, digo, ¿Hay algo más que te gustaría intentar dentro de un plazo de tiempo razonable?-era una pregunta válida después de todo.

Encogió los hombros y luego asintió con la cabeza. Él también lo encontró estúpido, pero según las productoras, era mala influencia para los adolescentes que viesen sus películas y, al buscar su nombre en internet, fuese el vídeo lo primero en aparecer. Las dos siguientes intervenciones del menor le hicieron sonreír y encoger un hombro: eso no iba a negárselo. Había empezado una nueva carrera, aunque todavía delante de unas cámaras, y la empresa había encontrado una mina de oro con él. Aun así, casi puede decirse que la mina fue a ellos. Tras diversas ofertas, eligió esa por el contenido que ofrecían: no le llamaba la atención algo demasiado fuerte, no se imaginaba golpeando traseros con algo que no fuese su mano y desde luego no quería introducir objetos demasiado grandes en el cuerpo de nadie. Eso no iba con él.

Luego escuchó la respuesta de Wade, bebiendo de vez en cuando de la cerveza y terminándose su aperitivo. —No creo que sea lo usual, como tú dices. Si no fuese por tu abuelo quizá no estarías donde estás, ¿no? Quiero decir, otra gente lo lleva en la sangre. No digo que tú no, pero si tu abuelo no hubiese guardado la cámara... bueno, a lo mejor estabas trabajando de otra cosa.
» En cuanto a tu pregunta... no creo que dure mucho más. Hablo de años, claro, pero no me veo en esto hasta que no se me levante, para hablar en plata. Dentro de cuatro años cumplo los cuarenta y aunqeu no me estoy infravalorando, no creo que quiera seguir con esto entonces. Quién sabe, quizá me quede tras las cámaras o monte mi propia empresa, algo pequeño, ¿sabes?

Encogió los hombros mientras negaba con el rostro y tras beber otro poco, siguió. —Si algo tengo claro es que dentro de cinco años, como mucho, no voy a seguir delante de una cámara. Al menos no haciendo porno —suspiró y esbozó una pequeña sonrisa, antes de preguntar:—. ¿Y tú qué? ¿Alguna vez te has planteado estar ante las cámaras? Hablo un poco desde la ignorancia, pero podrías ser buen modelo. Creo que serías de esas personas a los que la cámara quiere, no sé si me explico. —. Dijo con el ceño ligeramente fruncido. Al fin y al cabo, era Wade quien entendía de aquellas cosas.

Suponía que no estaba tan alejado de la realidad ya que Clive me lo demostraba con sus
actos y movimientos, sin embargo eso no quería decir que tenía la verdad para todo, sólo era bueno
observando más no leyendo las mentes, como si se pudiera también.
-Cómo lo planteas tiene sentido, es más como una cosa de suerte, o llámalo destino, cualquiera supongo podría servir-le miré mientras comprobaba que se había terminado su aperitivo por lo cual empujé el plato con las patatas hacia adelante para acercarlo a él dando a entender que comiese pero igual hice un gesto con la mano para reforzar mi intención-Pero llevas razón, seguramente hubiese terminado cediendo a las expectativas de mis padres-me removí de tan sólo considerar cómo hubiese sido mi vida sin aquel giro de los hechos.

Observé atento cuando me respondió a la pregunta, era realmente una pregunta interesante y que no todos podían contestar, es más, estaba casi seguro que existía un porcentaje bastante reducido de personas que tenían un atisbo de su futuro, en el sentido de mirar hacia adelante y querer algo-Casi cuarenta años..vaya que viejo estás-comenté riendo, pero alcé las manos para que viese que sólo era una broma-Siempre están las píldoras azules..pero..ok, no diré nada mejor-agregué mordiéndome la lengua, posiblemente estaba hablando de más como solía hacerlo, aunque tampoco es que fuese todo mentira o algo inconcebible.-Deberías intentar volver a la pantalla grande, o quizás algo relacionado, digo..tienes un montón de experiencia, sería una tontería desperdiciarla-aventuré con una sonrisa en mis labios, puesto que consideraba que llevaba bastante razón en lo que decía. -Comprendo..pero Oh, no, soy Fotógrafo, no se me ha ocurrido nunca ni sucederá estar al otro lado, ¿Sabes?-agregué riendo-Es como una especie de Tabú para nosotros, acostumbrados a estar de un sólo lado..sería raro invertir los papeles..además no considero que tenga lo suficiente-me quedé mirando el cristal del whisky por algunos segundos-Pero si tengo claro que dentro de un tiempo más, quizás años, me gustaría intentar con la Dirección, ya sabes, como algo anexo-terminé mientras le daba un sorbo al vaso que ya no tenía casi nada.

Sus intentos de disimular las carcajadas ante las bromas de Wade eran inútiles. No era la primera broma sobre la viagra que recibía, pero seguía pareciéndole gracioso. Por ahora nunca la había usado y de todo corazón esperaba no usarla nunca. —Oh, vamos, por que no sea uno de esos actores de veinte años que tanto triunfan en la red no soy un viejo; sólo un poco —se defendió, aunque siempre en el ámbito de la broma.

Mientras el joven le respondía, cogió una de las patatas, comiéndola con lentitud antes de darle un trago a la cerveza. Se había apoyado con un codo en la mesa y había puesto la barbilla en el puño cerrado de ese brazo. Según iba hablando, negó lentamente con la cabeza; cuando se calló, chasqueó la lengua. —Vuelvo a decirte que sí, tú sabes más de esto... pero te voy a llevar la contraria. Quiero decir, mírate al espejo, ¿de veras crees que no te iría bien en una sesión? —su ceño se frunció de forma natural al formular la pregunta, como si fuese algo obvio y el otro no quisiese verlo.

Se terminó la cerveza y alzó la mano libre para que el camarero le pusiese otra. No tuvo en cuenta la opinión de Wade, si tenía prisa o no, pero le apetecía otra. —No soy quién para obligarte, claro. Tómatelo... como un consejo, simplemente. Además, al mundo le gustaría conocer al creador de tan buenas fotos; se llevarían una sorpresa al verte a ti, tanto como me la llevé yo al pisar tu estudio. Bueno, va, te toca preguntar. Lo que sea.
No le importaba qué le preguntase. Aquello parecía haberse convertido en la noche de decir sólo verdades y por parte de Clive, respetaría tal “regla”.

Me alegró saber que no había tocado ninguna fibra sensible en él, no podía estar seguro de que todo el mundo se tomase las cosas de una forma liviana, estaban los que se lo tomaban demasiado a pecho y es ahí cuando los problemas iniciaban, más Clive no parecía de esos lo cual era bastante agradable-Oye, que tampoco es que te discrimine por la edad, vamos, que un joven o un maduro da igual, al menos para mi-le miré y sonreí-Lo decía más porque tienes la edad como para ser casi mi padre, ya sabes-le dediqué una sonrisa bastante honesta.

Aventuré el último sorbo que me quedaba del whisky y dejé el cristal reposar sobre la superficie de la mesa, sin haberlo notado del todo me sorprendí con la cabeza baja y casi apoyado sobre la mesa por lo cual corregí mi postura irguiéndome nuevamente-Me atrevo a decir que te gusta hacerlo-reí refiriéndome a lo de llevarme la contraria-Si es por un tema en cuanto a la sesión misma, es decir, ángulos, luces y sombras, perfiles y todo lo que ello involucre entonces si, me iría bien, pero sabes, también hay algo de talento natural y bueno, creérselo-me encogí de hombros puesto que era algo que siempre había tenido claro, no estaba hecho para estar del otro lado del lente.

Cuando Clive pidió una segunda ronda hice lo mismo, y también aproveché de pedir otra ración de patatas, algo me decía que sería insuficiente para los dos lo que quedaba ya que estábamos compartiendo, miré al camarero por unos segundos  y luego me fijé nuevamente en mi acompañante-Lo aceptaré como consejo, si te hace feliz-reí mirándole y luego golpeando la mesa con los dedos de forma aleatoria-Sabes que si me buscaras no encontrarías fotos de mi, creo que con ese dato te estaría diciendo todo-aventuré con una mirada penetrante, no permitía que me sacaran fotos puesto que no eran de mi agrado, lo sé, era algo muy básico e idiota pero tenía mis motivos que eran bastante íntimos-¿Qué pensaste al verme por primera vez?-aproveché su pregunta, no dejaría pasar la oportunidad, si es que la veía como una.

-Me siento como si estuviésemos en una pijamada, sólo que sin el reto del "verdad o reto"-bromee y no pude evitar una carcajada-¿Que hay de tus relaciones, familiares o amorosas?-le miré sin ninguna intención especial, era una pregunta simple, al menos formulada como tal.

Negó con el rostro para sí mismo. ¡Era imposible que Wade no quisiera hacerse fotos ni hubiese ninguna por Internet! Siendo sincero consigo mismo, el tío era guapo y, hablando claro, estaba bueno. ¿Ni siquiera habría por ahí una foto sacada por él mismo? Era muy raro, pero a la vez, le hacía más misterio. Más, a última instancia, atractivo. —Está bien, está bien, pero al menos quiero hacerme yo una contigo cuando te vayas, con mi móvil. Sólo yo la veré, lo prometo.

Cogió la cerveza cuando el camarero volvió y tras un pequeño trago contestó. —Pensé que eras un modelo que acababas de hacer una sesión, o que ibas después de mí. Te lo prometo, de verdad —dijo con una pequeña sonrisa—, ¡no parecías el fotógrafo! No es que pensase que no tuvieses la capacidad para ello, sólo que parecías un modelo. Y ya está, dejemos ese tema o estaremos toda la noche contradiciéndonos —replicó con diversión.

—Y nada de eso —negó con el rostro, señalándose con las manos—, ni ellas ni ellos llevan bien mi trabajo. Lo hemos intentado varias veces, quiero decir, lo he intentado varias veces con varias personas... pero nada, cuando voy a grabar sienten que les estoy siendo infiel —suspiró, encogiendo un hombro ligeramente—. A veces hasta pienso que me lo merezco, pero eso es otro tema —movió una mano casi con indiferencia—. ¿Qué hay de ti? ¿Alguien se ha ganado tu corazón?

Siempre había sido un tema para mi lo de las fotografías, él no era el primero que me criticaba por no dejarme capturar en una imagen, incluso decían que cómo no era capaz siendo que me dedicaba a ello y que de cierta forma no era justo sino yo no lo hacía, más..sin embargo, me daba igual, tenía mis opiniones frente a ello y no iba a cambiar por nada ni nadie, después de todo mi trabajo era fotografiar a otros, no a mi mismo-Eh..quizás en otra ocasión-le guiñé un ojo divertido, como haciendo de ello un juego más que una evasión.

El pedido llegó bastante rápido cosa que me sorprendía puesto que en los lugares que había estado siempre se demoraban demasiado, las patatas ya se habían acabado y ahora llegaba un segundo round de ellas las cuales comencé a comer aleatoriamente mientras observaba a Clive-Te estás burlando de mi, no hay forma de que te crea eso-dije con una risa que demostraba que no podía estar hablando en serio-Bueno para tu consuelo, me han dicho que no parezco Fotógrafo, ni cuando me ven con la cámara en mano-agregué riendo y encogiéndome de hombros-Temes perder..lo entiendo-esbocé una sonrisa divertida mientras me llevaba otra patata a la boca, esta vez con Ketchup.

-Sonó bastante mal eso..si te fijas, pero descuida, comprendo a dónde vas-no pude evitar soltar una carcajada pero luego me mordí la lengua para adquirir la seriedad que necesitaba en aquel instante-¿Pero tuvieron claro a lo que te dedicabas?, digo, ¿Antes de que fuese algo más serio?-era una pregunta quizás obvia pero no podía asegurarme de ello, por lo cual era válido para mi preguntar-No lo creo..bueno, no sé, no es como que sea el más indicado para opinar-terminé encogiéndome de hombros para dar paso a su pregunta-Creo que para eso primero debería tener uno-comenté con una mirada seria y penetrante, sin embargo luego rompí en una carcajada-Está bien, hablando en serio, No, realmente, soy un hombre de trabajo, posiblemente sea mi único y verdadero amor-me encogí de hombros, no había conocido a nadie que tuviese la capacidad de atarme, algunos rollos quizás más nada concreto.

¿De veras no quería sacarse una foto con él? Clive era un hombre de palabra y cuando dijo que nadie la vería más que es es que nadie la vería más que él. Ni siquiera la guardaría en la famosa nube, la causante de tantas filtraciones –incluido su vídeo–. No, estaría en su teléfono sin más, hasta que se perdiese entre las fotos más antiguas o directamente desapareciese al cambiarse el móvil. Era un buen trato... pero no iba a obligarle a nada.

—Oh, vamos, te estoy diciendo la verdad, los fotógrafos no suelen ser como tú. Y ya está, pongamos fin a ese tema —contraatacó con una sonrisa antes de dejarle hablar. Asintió con la cabeza ante su pregunta y le pegó otro sorbo a la cerveza, algo pensativo. Era lo primero que les decía, antes incluso de acostarse. No mentía con su profesión, no era algo de lo que avergonzarse. Y aun así todos siguieron adelante con la relación, hasta que le veían ir a grabar y, semanas más tarde, veían el vídeo publicado.

Alzó la vista hacia Wade cuando le respondió y encogió los hombros, sin saber bien qué responder a aquello. ¿Que se alegraba por su soltería, que esperaba que pronto encontrase a alguien? —Bueno... —ladeó el rostro buscando una buena respuesta—, eres joven, ya llegará algo. No tengas prisa: es la misma mierda con veinte que con cuarenta años —dijo con un suspiro, totalmente sincero. Clive no era un romántico pero más de una vez se había hecho ilusiones para nada. Eso hacía tiempo que terminó, por supuesto. No sabía qué más preguntarle, así que le dio un sorbo largo a la cerveza. Por suerte, el silencio no le parecía incómodo.

Podría haber considerado sacarme una fotografía con él, no le conocía y ciertamente no podía confiar en él como si nada, lamentablemente era un sujeto que solía valorar a las personas por sus actos más que sus palabras, sin embargo ante la imposibilidad de hacerlo con él tan sólo me quedaba tomar su palabra..más eso no quería decir que fuese suficiente para mi, al menos lo consideré, peor es nada, ¿No?.

-Si nos volvemos a ver alguna vez consideraré que nos tomemos una fotografía juntos-me encogí de hombros, no podía comprometerme a nada pero el beneficio de la duda podía dárselo a cualquiera, y él no sería la excepción.
-Que mal compañero de charla eres, no me dejas ni debatir..pero bueno, dejemóslo en que tengo la razón-aventuré con una sonrisa amplia en mis labios mientras tomaba el vaso a mi lado y lo inclinaba hacia mi boca para beber aquel líquido ámbar que se deslizaba por mi garganta.  Quizás mi preguntaba había sido algo más íntima de lo normal, posiblemente me estaba metiendo con algo que no debería pero ante su gesto quise creer que estaba en lo cierto, aún así no podía evadir el hecho de que su semblante se había ensombrecido un poco.

Me di cuenta de que mi respuesta daba lugar a comentarios cerrados, es decir, si me decían aquello seguramente no encontraría qué decir puesto que no había una forma de decir algo preciso, así que me encogí de hombros también-Si, bueno...¿Quién sabe?-comí un par de patatas con Ketchup y alcé la vista que había mantenido fija en la mesa-Siempre será lo mismo, sin importar la edad-agregué riendo-Pero vamos, de seguro tendrás suerte en alguna oportunidad-le apunté con una patata sonriendo, era un sujeto muy atractivo y quizás podría aventurarme a decir que era muy simpático y buena persona, hasta el momento a mi me resultaba agradable, bastante.

Hubo un lapso en que nos quedamos en silencio, si bien era un sujeto que amaba el silencio -sin exagerar claro- sentía que en aquel lugar, ambiente, con él y muchos otras consideraciones más no justificaban que estuviésemos de aquella forma por lo cual me aclaré la garganta para romper aquel manto oscuro que nos cernía-Y bueno, cuéntame algo más de ti, que me sabe mal tanto silencio, por lo menos ahora-sonríe mirándole-No sé, algo de tu vida, trabajo, o algo que quieras saber de mi, lo que sea-hice un gesto con la mano.

Movió la mano con algo de indiferencia. Le daba igual no encontrar pareja en esos instantes. De hecho, casi prefería dejarlo para cuando se retirase de estar frente a las cámaras. Sería un cuarentón, sí, pero como había dicho Wade, la edad no importaba. Y si no... ¿qué inconvenientes tenía estar soltero para toda su vida? Ninguno, de hecho. Cogió alguna que otra patata en aquel silencio y le miró al escuchar su voz. Alzó una ceja, carraspeando algo pensativo.

—Bueno... puedo contarte anécdotas del trabajo... como aquella vez en la que eyaculé antes de tiempo. Bueno, no es que lo hiciese antes de tiempo, es que me olvidé de que estábamos grabando (créeme, sólo por cómo era el otro tipo, está más que justificado que se me olvidase) y seguí a lo mío. Cuando me quise dar cuenta... bueno, la mitad del equipo estaba de brazos cruzados y con cara de pocos amigos, porque tuvimos que repetir la toma unos días más adelante. Ahora bien, el otro actor ni se quejó —se carcajeó con naturalidad sin poder evitarlo y encogió un hombro, fingiendo inocencia—. No me juzgues, el mundo del porno no es como parece ser en los vídeos.

» ¿Y tú qué? ¿Te has acostado con alguno de los que has fotografiado? Si son muy famosos no hace falta que me digas nombres... pero sé sincero —le guiñó un ojo y cogió una patata; le amenazó con tirársela si no lo era, pero terminó por comérsela y tragarla con ayuda de más cerveza, casi sin espuma y algo caliente ya.

Clive me parecía un sujeto interesante, hablando en términos de personalidad puesto que físicamente para cualquiera lo sería, bueno, claramente sino lo fuese dudaba de que tuviese éxito en su trabajo y por lo que pude saber durante nuestra sesión es que le iba bastante bien, sumado a eso a su talento como Actor. El caso es que nunca consideré que pudiese ser alguien afable, al contrario su apariencia desprendía austeridad si lo juzgaba a simple vista más al encontrarme con él en esta situación me daba cuenta de que era un buen sujeto, al menos hasta donde podía verlo.

-Esa si que es una anécdota-agregué con una carcajada, realmente en mi vida no sucedían cosas de aquel estilo, bueno, no podría ser nunca puesto que ese era su trabajo, el caso es que me reí por un buen rato ya que intenté reconstruir el escenario en mi cabeza con los datos, siempre había tenido muy buena imaginación y suponía que eso era parte de mi éxito profesional en parte, claro está. -Debe ser..interesante estar en el set de rodaje de un vídeo porno-comenté encogiéndome de hombros, curiosidad no me faltaba y no era algo por lo cual pudiesen condenarme, todos la teníamos-Sé que eres Actor y todo...¿Pero cómo haces para meterte en el papel durante una relación sexual?, digo, paraconcentrarte en lo que haces y no terminar disfrutando o déjandote llevar, como te pasó aquella vez?-era una pregunta válida, después de todo-Aún no te puedo juzgar, pero apuesto que más adelante podría-esbocé una sonrísa con leve picardía.

Tomé un buen sorbo del whisky, aquella pregunta siempre estaba rondando en el mundo del espectáculo, Fotógrafos y modelos que traspasaban la línea del profesionalismo, Actrices que se acostaban con el Director por conseguir cierto papel, etc, en fin, tenía muy claro en lo que me metía al hacer de la fotografía mi pasión, pero como todo tenía sus pros y contras decidí no darle importancia-Yo no miento, al menos lo he hecho muy pocas veces-agregué en primera instancia para luego proseguir-Bueno, no estoy orgulloso de esto, ante todo...siempre quise mantenerme al margen, pero bueno, soy un hombre y la carne es débil, como dicen-sonríe mirándole-Si, lo he hecho en algunas ocasiones, muy pocas eso si-le observé quitándole una patata que tenía para comérmela yo-Nunca funciona algo entre Fotógrafo y Modelo, es bien sabido-me encogí de hombros mirándole, tenía experiencia en ello puesto que había tenido una novia que era una modelo bastante prominente en el mundo de la Moda pero lo nuestro no había llegado a buen término debido a que nuestros trabajos nos separaban, por curioso o mejor dicho ridículo que sonase, el resto de las veces había sido algo de una sola noche y nada más, ya aprendí la lección y con una vez bastaba-No niego que me he divertido, eso si-sonríe y le miré-¿Quieres escuchar una anécdota tú?-tomé una patata más.

No le llevó la contraria, pues era interesante estar en el set de rodaje de un vídeo porno tanto como lo era ver cómo lo montaban a la perfección para que los minutos que durase el vídeo, si era una sola escena, claro, pareciesen seguidos y sin cortes en el tiempo. Encogió los hombros ante su pregunta, pero dejó que respondiese antes a su pregunta. Sonrió ligeramente cuando confesó hacerlo, ¿quién no lo haría? Si él fuese fotógrafo y el o la modelo tuviesen buen cuerpo y aceptasen hacerlo, ¿por qué no?

—Bueno, es fácil. Al fin y al cabo estás rodeado de focos y con un director o ayudante de dirección haciéndote señas. “Ponte más de lado”, “quita la mano, que te tapas lo importante”, y cosas así, imagino que sabes a qué me refiero. Te juro que no sé qué me pasó aquel día —comentó con otra carcajada antes de fruncir el ceño al ver desaparecer una de las patatas de su mano. Cogió otra, que comió con rapidez para que no se la quitase, y le pegó un trago a su cerveza, dejándola por menos de la mitad.

Le señaló asintiendo con la cabeza, divertido. —Por supuesto, es tu turno. Sorpréndeme, venga —apoyó ambos codos en la mesa y tras cerrar los puños, apoyó las mejillas en estos, una en cada uno. Estaba algo “emocionado” por escuchar lo que iba a contarle, pero no era para menos después de su confesión. No era algo tan grave, pero no todos los actores porno confesaban cosas como aquella. Simplemente se dejó llevar por la pasión en lugar de por la profesionalidad y así terminó. Clavó sus ojos en los de Wade, con una pequeña sonrisa en los labios, expectante.