The size is right - Damariel

Habían días y días, y ese era de descanso para Tadeo. Lo merecía luego de haber estado casi el día entero en el estudio, entre la filmación de varias escenas hasta un photoshoot como parte de la renovación que se tenía pensada para la página web de PornBoys. Juraba que podría incluso resfriarse por haber estado desnudo en la terraza de una mansión para varias de las tomas, cosa que debía controlar. Nada peor que estar enfermo por si el día siguiente lo necesitaban para una escena. Y como la vida de un actor sigue luego de que las luces se apagan, debía dedicarse a sus demás obligaciones, tan banales y simples como las de cualquier mortal. Su día, en esa ocasión, lo había llevado al centro comercial en Beverly Hills.

Cuando se paseaba por la ciudad, no es que se empeñara en ocultar mucho su identidad. Lo cierto era que Tadeo podía pasar desapercibido. Era guapo y de buen cuerpo, pero no era una celebridad como para detener el tráfico si es que se animaba a ventilar su organismo en las calles locales. Fuera de las cámaras era un hombre como cualquier otro, con cosas buenas y malas. Esa era la otra cara del porno, la que nadie conocía. Nadie era definido íntegramente por su oficio y Tadeo no era la excepción a esa regla. El clima cambiaba y la nueva estación ya se dejaba sentir, por lo que apremiaba cambiar un poco el guardarropa a algo más adecuado. Pensaba en conseguir algunas camisetas y uno que otro pantalón, pero descubrir algunos cupones en su billetera le hizo considerar visitar una tienda de ropa interior. PornBoys promocionaba algunas marcas y no se hacían esperar los vales de descuento para los actores, además de las prendas que de por sí se les regalaba sin contemplación alguna.

Entró a la tienda, esperando ser reconocido, no por que le gustara mucho, sino porque el chico que atendía era el mismo de la vez pasada. Ya numerosas veces había intentado ligar con él, pero Tadeo lo evitaba a toda costa, siempre con amabilidad. Quizás por eso no entendía que estaba ahí para comprar, no para aceptarle una cita - Buenas tardes - Dijo escueto, yendo directo a la zona de boxers. Le gustaban las prendas más tradicionales, a pesar que en sus escenas mostrara unas mucho más vistosas y llamativas.